Naturaleza

Laguna Blanca

Las Lagunas de Ruidera constituyen un ecosistema de gran importancia situado en la cabecera del Río Guadiana (prácticamente desde su nacimiento), en la provincia de Ciudad Real, concretamente en el nacimiento llamado “LOS ZAMPOLLONES”, término municipal de Villahermosa.

Dentro de este hermoso paraíso natural se encuentra como hemos dicho el nacimiento y dos lagunas del propio parque: La Nava, situada en la finca de Navalcaballo y la más famosa, la Laguna Blanca, un enclave singular con un gran esplendor y que debemos cuidar por ser posiblemente en estos momentos la “única natural de todo el Parque”, está situada a poco más de dos kilómetros del nacimiento.

Todo el área de la Laguna Blanca presenta un interesante sabinar y encinar con magnificas especies.

En la Laguna Blanca destacan las intensas tonalidades blanquecinas de su antiguo fondo. Esta laguna ha conocido, en su pasado más reciente, algunas épocas en que la ausencia o rarezas de lluvia determinaba la desaparición de la lamina de agua en los meses estivales. A pesar de ello, una interesante y espesa vegetación hidrófila instalada en sus orillas ciñe y bordea totalmente el perímetro de la charca.

Debemos acercarnos a su antiguo cierre donde se represan naturalmente las aguas para advertir, en su margen izquierda, la presencia de pequeñas dunas integradas por materiales arenosos y fragmentados de naturaleza tobácea e intenso color blanquecino; estas han sido arrancadas y retomadas por el viento a partir de carbonatos de origen tobáceo que habían sido previamente depositados en el fondo del cauce del Río Guadiana, por sus propias aguas.

Se recomienda al visitante por la claridad y limpieza de sus aguas, con poca profundidad que da una seguridad en el baño casi imposible de encontrar en el resto de las lagunas que componen el parque. Los amantes a la naturaleza podrán disfrutar con la enorme y rica variedad de bosque típico mediterráneo que podemos encontrar en este hermoso paraje.

 

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